Nada más hermoso que olvidar el mundo
sumergidos en agua e imaginar ser un pez
en esos momentos en los que parece que
no existen canciones para todo lo que todavía
no he expresado porque no sé el nombre.
Corro para Escaparme hacia el lugar, de siempre detras de la alameda,
pero no esa alberca de las clases, si no la alberca de los viejos cansados
de caminar por la vida, la que est auna cuadra atras, con acabados de los años
80, en esa alberca pública-privada donde busco que el agua me contenga.
Me sumerjo dentro de la jaula de agua para escucharme mas de cerca,
dentro del agua suelo practicar otra forma de gritar y no me quedo muda ni sorda, otra manera de golpear sin dejar moretes, distinta estrategia de bloquear el mundo haciendo buzos ( técnica de respiración y descanso).
Hundimiento a voluntad para olvidarme de mí misma, de mi otro o
de los otros; como dice Oliver Tate, el protagonista de la película sobre el libro homónimo de Joe Dunthorne "Submarine"
Y yo siempre tenía que salir a mano de mi alterego que nace en el agua; que a menudo le duelen los huesos y tiene ganas de vomitar por nadar sin parar de placer.
Mi cuerpo ahora es menos pesado, flotó boca arriba y miro las laminas de metal y plástico en la techumbre de la alberca, casi que mi peso desaparece, estoy a nada de que la luz del sol sea tan fuerte como para undirme de lo ligera que me siento.
Hay una superstición en la que creo y esta dice que, al nadar demasiado en el mar, algún día lo que deje en energía me encontrará en algún otro charco salado al que yo valla, pero aún más pesado que cuando lo dejé.
En las jaulas de agua, de cuando en cuando, quiero visitar los restos de energía que he dejado pero a veces cuando regreso la alberca, ya fue desinfectada con químicos que evaporan las impurezas, hongos y cochambres que las personas que nadan, desechan.
Ese tiempo de nado representa un salto fuera de la ciudad dentro de ella misma, como Stephane el protagonista de la película "La ciencia del sueño" al que no le gustaba su trabajo pero soñaba que golpeaba a sus jefes, luego al término del acto sexual con la secretaría entonces ¡salta! (Gondry, 12:44, 2006) sí, salta como yo salto a ese abismo de agua quieta, donde ni siquiera respirar es necesario, me pierdo mirando los azulejos, coladeras, cemento impermeabilizado pintado de azul.
Hasta que tienes que respirar, salir de esa cápsula de agua, ser persona de aire otra vez, aun que no me molesta por que puedo volar, cuando me quito los zapatos concreto, el agua ayuda a recoger todo lo que me encuentro en el aire.
Referencias:
Ayoade.Richard, Submarine, Warp Films, Film 4, Reino Unido, 2010.
Gondry. Michel, " La Science des rêves", Georges Bermann, Francia Italia 2006.